27 de julio de 2011

Maternidad Central en La Familia: Parto Humanizado


Muchas maternidades del mundo y de la Argentina han iniciado actividades pendientes a transformarse en maternidades centradas en la familia. Estas actividades incluyen la participación de la familia en todo el proceso de atención institucional; la adecuación de la planta física con el fin de obtener una ambiente mas “hogareño”, acogedor y cómodo para esta etapa; la realización de actividades educativas para la salud y la formación de grupos de apoyo comunitario y servicio de voluntariados hospitalarios. En Argentina, el Poder Ejecutivo de La Nación, “en pos de profundizar la búsqueda de la igualdad y la equidad en la atención del parto”, envió el proyecto de ley del “Parto Humanizado” al Congreso de La Nación que fue aprobado en agosto del 2004. Esta iniciativa consagra el derecho a que la futura madre pueda estar acompañada con la persona que ella designe, tanto durante la internación, en el trabajo de parto y en el momento del nacimiento. Al mismo tiempo en Tucumán, en septiembre del 2004, el Poder Legislativo aprobó por unanimidad el proyecto de ley del Parto Humanizado, que permite su aplicación de todo el sistema público de salud:

Ley Nacional 25.939
DERECHO DE PADRES E HIJOS DURANTE EL PROCESO DE NACIMIENTO

Toda mujer, en relación con el embarazo, trabajo de parto, parto y postparto tiene los siguientes derechos:
A ser tratada con respeto, de modo individual y personalizado y que se tenga en consideración sus pautas culturales.
Que se facilite su participación como protagonista de su propio parto, respetando los tiempos fisiológicos, evitando practicas invasivas.
A ser informada y recibir asesoramiento sobre sus cuidados y los de su hijo/a.

Todo recién nacido tiene derecho:
A ser tratado con respeto y dignidad
A su identificación inequívoca.
A ser internado en forma conjunta con su madre
A que sus padres sean informados sobre sus cuidados y su plan de vacunación.

La mujer debe sentirse parte y protagonista de este cambio a través del conocimiento, el cuidado de su salud y el respeto de sus derechos. Debe ser la piedra angular  para el logro de los mejores resultados, no solo biológicos sino también psicoafectivos.
Se sabe a través de la historia, que el nacimiento era un acontecimiento familia, que tenia lugar en los hogares, con el apoyo y la compañía de los afectos. Más tarde, los partos fueron institucionalizados con la finalidad de disminuir la mortalidad materna neonatal a causa de las complicaciones del parto y el postparto. A pesar de esto, en la actualidad existe una ley que contempla los derechos de la madre y el niño; en el proceso del embarazo, parto y posparto con la finalidad de humanizar los nacimientos aunque estos se lleven a cabo en instituciones publicas o privadas y devolverles así el protagonismo del parto a las madres y sus familias.
El parto humanizado promulga un retorno al parto natural y social, y por respetar los derechos y el rol protagónico de la mujer que pare y el bebé que nace.
El parto sigue siendo cosa de mujeres. Su emersión en un acto medico, desplazó a la familia, situación difícil de invertir pese al constante empuje de los defensores del modelo del parto humanizado.
Las mujeres se mostraron agradecidas y reconfortadas con el trato humanizado, cordial y respetuoso, pero siguen sin asumir el rol protagónico y sin animarse a exigir que se respete sus derechos.


Carolina López
Técnica Obstétrica

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